El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, se expresó acerca de los nuevos aranceles a la importación de los coches eléctricos chinos y, de forma más severa, acerca de los planes del gigante automovilístico acerca de la electrificación para España. Unas declaraciones que habrían pasado más desapercibidas si no llega a ser porque Stellantis es el principal productor de vehículos en España y porque sus planes en nuestro país son más que ambiciosos.
Además de mostrarse nuevamente en contra de los aranceles adicionales a los fabricantes chinos y pedir «más claridad» a los legisladores europeos, Tavares sembró un mar de dudas sobre dichos planes. Sin ir más lejos, la futura gigafábrica de baterías para Zaragoza, que planea la creación de unos 3.000 empleos directos. El precedente más cercano no invita al optimismo, con el grupo pausando los proyectos similares de ACC, su empresa conjunta con Total Energies y Mercedes, en Alemania a Italia.
El mandamás de Stellantis ha sido claro: no producirán baterías en lugares donde no se vayan a comprar eléctricos, debido en parte a los elevados costes de transporte que suponen. Y ya sabemos que la situación en España no es la idónea acerca del vehículo eléctrico: el último Barómetro de ANFAC del primer trimestre del año apuntaba a que nuestro país sigue muy a la cola en el indicador global de electromovilidad.
Con una nota de 14,7 puntos, a pesar de seguir en tendencia positiva, estamos lejos de la media europea (28,2), así como de países tan cercanos como Francia (35,2), Portugal (30,2) o Reino Unido (29,7). Este indicador no solo tiene en cuenta el mercado de vehículos, también el de la infraestructura de recarga. Tavares pone precisamente la nota discordante en los problemas de la industria: la ausencia de coches eléctricos asequibles y de una red de recarga a la altura.
Stellantis podría cancelar sus planes eléctricos
Según el CEO de Stellantis, a pesar de considerar que las ventas en España están en una situación de «estabilidad», existe una «discordancia» entre lo establecido por los legisladores y el comportamiento real de los consumidores. Además, avisa de que los políticos «no están enfrentando los problemas reales», lo que dificultará el cumplimiento de los objetivos previstos. La última dimisión en la dirección de ANFAC es una muestra más de ello, que advirtió de una «inacción del Gobierno» en favor de la electrificación.
De no revertirse la situación, Tavares advierte que algunos de los planes de Stellantis acerca del coche eléctrico podrían cancelarse. Y aquí es donde vuelve a entrar en juego la futura gigafábrica de baterías en Zaragoza, a donde se espere que llegue una dotación pública de 55,87 millones de euros en ayudas del plan PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado.
Recordemos además que Stellantis, con 14 marcas en su catálogo, tiene planes ambiciosos con los coches eléctricos para España. Sus fábricas de Vigo y Zaragoza deberían empezar a producir vehículos sobre la plataforma STLA Small, para coches de entre 3,5 y 4,3 metros de largo, a partir del 2027. De la futura gigafábrica zaragozana deberían salir precisamente las baterías LFP para estos vehículos de segmentos B y C: Opel Corsa, Citroën ë-C5, Peugeot 208, etc.
La instauración de nuevos aranceles a la llegada de coches eléctricos desde China podría provocar también que Stellantis haga una apuesta más decidida por su planta en Tychy, Polonia, donde se asentará la producción de su nueva marca china Leapmotor. De salir adelante, el gigante automovilístico podría mover ficha y fabricar parte de la producción de sus coches eléctricos conjuntos con Leapmotor en su planta polaca.
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