El uso del hidrógeno tendrá un mayor recorrido en el futuro. La mejor prueba de ello es la innovación introducida por una start-up con base en Noruega
La electricidad obtenida por medio de fuentes renovables no siempre es fácil de conseguir. Más todavía en términos estacionales, ya que las baterías de almacenamiento no consiguen agrupar la energía obtenida durante las épocas de más actividad solar. En países como Noruega, debido a su ubicación, se requiere dar un impulso a nuevos sistemas para aprovechar el máximo potencial energético y evitar la dependencia de combustibles fósiles.
¿Y si el hidrógeno tuviese un papel destacado en los próximos años? He aquí una nueva innovación impulsada por la startup noruega Photoncycle. Se trata de un producto revolucionario en el mercado energético.
El uso del hidrógeno como alternativa a los combustibles fósiles
La solución propuesta por Bjørn Brandtzæg, fundador de Photoncycle, tiene por objeto el almacenamiento energético por meses. Si cargas un coche eléctrico con su máxima autonomía y lo dejas aparcado una semana, pasado dicho periodo de tiempo, este habrá perdido parte de la misma. Este problema, a grandes rasgos, se solucionaría con la alternativa propuesta.
Photoncycle ha llevado a cabo un trabajo con varios expertos en materia de baterías. Al parecer, se ha logrado obtener una composición que es hasta 20 veces más eficiente que una batería de litio convencional en lo que se refiere al almacenamiento energético. Además, no es una fuente inflamable, por lo que sus beneficios podrían tener cabida, incluso, en el coche eléctrico. Aun así, cabe destacar que se trata de una apuesta pensada, en un primer momento, para cubrir una función en el ámbito del hogar.
La clave del proceso radica en encerrar partículas de hidrógeno en un recipiente sólido. El uso de una pila de combustible permite destapar la energía almacenada durante un procedimiento anterior. Con ello, es posible disfrutar de la energía eléctrica obtenida unos meses antes. Esto multiplica las posibilidades del aprovechamiento de la energía eléctrica como alternativa al carbón, leña o gas natural, usada en procesos de calefacción.
Tal y como ocurre con los motores de combustión interna, durante la generación de la electricidad se produce una pérdida energética, que se traduce en calor. Bjørn Brandtzæg también ha pensado en ello. Entre las soluciones planteadas, cabe destacar la posibilidad de usar esta merma en conductos de calor para la obtención de soluciones de calefacción. Se trata, sin duda alguna, de una opción que puede ser estudiada a lo largo de los próximos meses.
El sistema de funcionamiento es muy sencillo, ya que esta tecnología consiste en la instalación de placas solares en toda una serie de tejados próximos a esta infraestructura, que se conectarían directamente con la innovación planteada. De esta manera, se lograría un suministro estable a lo largo del tiempo sin necesidad de estar mirando al cielo.
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