La automoción no deja de sorprender, pero acceder a las últimas innovaciones suele ser complicado por motivos económicos. Sin embargo, esto podría cambiar pronto, ya que España prepara un plan que transformará la vida de muchos ciudadanos por apenas 100 euros al mes. ¿En qué consiste esta propuesta?
El precio de avanzar hacia una movilidad limpia
Hoy en día, disponer de un coche es casi una necesidad básica. Pero hacerse con un vehículo eficiente, atractivo y respetuoso con el medio ambiente sigue siendo un reto, principalmente por su elevado coste. Un claro ejemplo son los coches eléctricos.
Los vehículos eléctricos se han consolidado como una alternativa prometedora y sostenible, libre de emisiones contaminantes. No obstante, la transición hacia esta tecnología en España todavía tropieza con múltiples obstáculos, sobre todo por el elevado precio de compra.
A pesar de que existen planes de ayuda, como el Plan Moves, estos suelen ser complejos y poco ágiles, mientras que otros países europeos ya cuentan con fórmulas más efectivas que realmente animan a la población a dar el salto a la movilidad eléctrica.
Ahora, la situación podría dar un giro, ya que España estudia implantar un sistema que permitirá acceder a un coche eléctrico desde solo 100 euros mensuales.
Un modelo que toma nota de Francia
Aunque España ya dispone de incentivos para adquirir coches eléctricos, otros países han ido un paso más allá. Francia, por ejemplo, lanzó en 2023 su programa de leasing social, que resultó un éxito rotundo al facilitar a miles de ciudadanos la opción de conducir un coche eléctrico pagando una cuota reducida.
La Unión Europea anima a sus Estados miembros a poner en marcha medidas similares. En este contexto, la coalición SUMAR ha registrado una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados para impulsar un plan inspirado en el modelo francés.
El objetivo es diseñar un esquema detallado: identificar cuántas personas podrían acogerse, establecer cuotas asequibles y ofrecer vehículos compactos o furgonetas, priorizando los fabricados dentro de la Unión Europea.
Además del leasing social, la propuesta contempla fomentar opciones como el coche compartido, ampliar la red de puntos de recarga y unificar los sistemas de pago para que sean más sencillos y prácticos para los usuarios.
Un paso clave hacia una España más sostenible
Esta modalidad de alquiler podría abrir la puerta de la movilidad eléctrica a miles de familias, haciendo realidad algo que hasta ahora parecía exclusivo para unos pocos. De este modo, se demuestra que no es imprescindible disponer de grandes recursos para conducir un coche más eficiente y menos contaminante.
La medida también tendría un impacto positivo en las zonas rurales, ya que contar con un vehículo propio facilita el acceso al trabajo, la educación, los servicios sanitarios o las visitas familiares, combatiendo así la despoblación.
Por supuesto, la apuesta por el coche eléctrico contribuiría a reducir significativamente las emisiones de gases contaminantes, alineándose con los objetivos climáticos europeos.
Sin duda, si España consigue adaptar esta fórmula, daría un gran paso adelante hacia una movilidad más limpia, asequible e inclusiva, dejando atrás la idea de que tener un coche eléctrico es un lujo reservado a unos pocos.
Fuente | ecoticias.com