Joan Groizard, director general del IDAE, está contribuyendo a definir las políticas de transición energética y de recuperación verde del Gobierno

“Daremos prioridad al hidrógeno que se produce cerca del lugar de consumo”
Foto: Eseficiencia.es

Es una de las personas clave en la movilización de recursos destinados al plan de recuperación y resiliciencia desde el Ministerio  para la Transición Ecológica.

“Las primeras líneas de las ayudas irán a actuaciones en movilidad eléctrica y de autoconsumo”

El Gobierno prepara el plan de recuperación. ¿En qué fase está?

El plan de recuperación es una gran oportunidad para cambiar el modelo productivo, entre otras cosas porque el 37% de estos fondos (Next Generation) se destinará a la transición ecológica en general. Para el 2021 ya dispondremos de 5.300 millones de euros, que están recogidos en los presupuestos generales del Estado, que vamos a ir activando a lo largo del año en distintas líneas.

¿Son subvenciones o créditos?

En los primeros años, el 100% son subvenciones a fondo perdido del paquete que Europa nos concede. Más adelante, la movilización de fondos para la economía puede hacerse mediante subvenciones a fondo perdido e inversiones en empresas o nuevas iniciativas. Por ejemplo, el IDAE, como empresa pública, puede invertir en startup, en alianzas con empresas, o también destinarlo a préstamos, avales y otras modalidades. Pero el grueso van a ser subvenciones

Las empresas del sector energético se están planteando grandes inversiones. ¿Se nutrirían de estos fondos euro­peos?

Quiero aclarar esto. Lo que las empresas están anunciando es la cartera de proyectos que consideran que podrían acogerse a las ayudas para estos proyectos. Estamos viendo que ponen en la mesa cifras de miles de millones. Pero, de momento, del plan de recuperación no hay ningún euro asignado a nadie en concreto.

Dio la impresión de que mientras unos aprendían a hacer el pan en el confinamiento, las grandes empresas tenían sus proyectos con el lacito para enviar a Europa…

Yo diría que tienen una propuesta de receta, pero el chef no ha entrado aún en la cocina. Hasta finales de abril como muy tarde, el Gobierno tiene que presentar a Bruselas el plan completo de recuperación. Y ese plan completo no va a incluir proyectos concretos con promotores concretos.

Qué incluirá?

Incluiremos las grandes líneas de actuación. Por ejemplo: vamos a destinar 2.000 millones de euros a la movilidad eléctrica, a proyectos que tengan que ver con renovación de flotas o puntos de recarga, y 3.000 millones a renovables, a proyectos de autoconsumo o a comunidades energéticas. Pero lo que vamos a presentar a Bruselas no conlleva detallar quién está en el proyecto que hay detrás.

Las empresas que quieren desarrollar proyectos con el hidrógeno verde se postulan para recibir ayudas; ¿pueden acaparar esos fondos?

El grueso del tejido económico español son pymes y autónomos. Y el plan de recuperación debería reflejar esa estructura económica. Las primeras líneas que hemos definido son actuaciones en el campo de la movilidad eléctrica y autoconsumo en el sector industrial y de servicios, o en municipios pequeños.

¿Ha habido muchas solicitudes?

Hemos lanzado una serie de consulta públicas, que llamamos manifestaciones de interés, sobre el hidrógeno, almacenamiento, renovables… Han llegado centenares de propuestas. Pero, ojo, las manifestaciones de interés no sirven para identificar un proyecto y darle una ayuda directamente. Ahora, tenemos que analizar las propuestas y determinar qué mecanismos debe diseñar la administración para movilizar esas ayudas. Serán procesos transparentes y competitivos.

¿Serán elegibles los que respondan a criterios del green deal europeo para descarbonizar la economía o los fijados para la recuperación poscovid?

Son criterios coincidentes desde que estalló la pandemia. El mensaje que puso sobre la mesa España, y Europa ha seguido, es que la recuperación económica o es verde o no tiene ningún sentido.

¿Pero esa selección de proyectos con criterios ambientales solo afecta al 37% de los fondos?

No. Hay un doble filtro verde. El 37% del plan debe contribuir activamente a la descarbonización de la economía; a implantar medidas para reducir emisiones, en renovables, rehabilitación energética, cambios de movilidad o transporte público. Pero, además, el 100% de las líneas de actuación que se planteen tiene que pasar un filtro para que no hagan un daño significativo (“do no significant harm”) y por tanto cumplir con la taxonomía euro­pea. Son elegibles si responden a los criterios de mitigación y adaptación al cambio climático, protección de los recursos hídricos, residuos, prevención de la contaminación y protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas. El 100% de las actuaciones deben asumir estos criterios.

¿Con esos criterios se dará apoyo al desarrollo del gas natural?

La taxonomía contempla el gas natural en casos muy específicos. Desde luego, en lo que planteamos desde el Ministerio para la Transición Ecológica el gas natural como combustible fósil no tiene ningún papel. Juegan un papel los gases renovables, como el hidrógeno verde o el biogás, pero el gas natural no tiene lugar en las líneas que impulsa Transición Ecológica.

¿Si el hidrógeno verde que se produzca se canaliza en redes de gas, y se mezcla, se está legitimando el gas y retrasando la descarbonización?

Es un debate que se da a nivel europeo. Abogamos por el hidrógeno 100% renovable, con una apuesta por la producción del hidrógeno cerca de lugar donde se consume. Ya hay industrias españolas que consumen hidrógeno y lo podrían usar. Por lo tanto, no daremos prioridad, por ejemplo, a la inyección de hidrógeno en tuberías de gas natural, sino que abogamos por dar prioridad al hidrógeno que se produce cerca de lugar donde se va a consumir. Nuestra estrategia marca una ruta hacia la neutralidad climática. No podemos invertir en nada que nos ate a las infraestructuras de los combustibles fósiles.

En el plan de recuperación las pymes son prioritarias

¿Dada la dimensión de las plantas fotovoltaicas, vamos hacia un modelo energético centralizado?

El plan de recuperación va a movilizar dinero tanto para el autoconsumo como para las comunidades energéticas. Vamos a publicar la estrategia nacional de autoconsumo, para determinar qué proporción de los 26.000 MW fotovoltaicos planificados puede ser de autoconsumo y cómo pueden impulsarlo todas las administraciones, por las ventajas que supone acercar la producción al consumo de los ciudadanos.

¿Se va a profundizar en la democratización del modelo energético?

Con el plan de recuperación no solo vamos a dedicar recursos que ayuden a la inversión en proyectos participativos, ya sea en cooperativas energéticas o agrupaciones en entornos locales; vamos a dedicar recursos a aspectos previos, que son imprescindibles. Habrá que asumir que de todos esos procesos que hagamos algunos tendrán éxito, y se convertirán en proyectos que podremos apoyar con recursos, y en otros tal vez no seamos capaces de llegar a acuerdos.

¿Las plantas fotovoltaicas sacrifican tierras de cultivo?

Queremos apoyar proyectos que sean ejemplificadores y que demuestren sus ventajas tecnológicas o la buena integración con el medio ambiente, con el paisaje o con otras actividades. Estamos hablando por ejemplo de la agrovoltaica, que se integra tanto en invernaderos como al aire libre, compatible con la actividad agraria o ganadera.

Vamos a ver la energía eólica en el mar, sin duda

¿Veremos la energía eólica marina frente a las costas de  Catalunya?

Vamos ver la energía eólica en el mar, sin duda. Hasta ahora, el Mediterráneo se ha quedado atrás en este desarrollo porque, aunque parezca mentira, las aguas del Mediterráneo son más profundas que las del mar del Norte, por ejemplo, donde se ha desarrollado la eólica marina porque tiene una plataforma muy poco profunda, a lo largo de kilómetros y kilómetros. Estamos asistiendo a un cambio tecnológico, a la energía eólica flotante, que permite que, en entornos como el nuestro, en el Mediterráneo, la costa peninsular y Canarias se puedan instalar aerogeneradores. Estamos finalizando una hoja de ruta de la energía eólica marina y en paralelo el Ministerio para la Transición Ecológica está elaborando los planes ordenación del espacio marítimo, algo así como ‘los planes de urbanismo trasladados al mar”

¿Hay proyectos presentados?

Hay proyectos que se están postulando, aunque con el marco normativo del año 2007. Pero hay una directiva europea que nos obliga a definir cuáles son las zonas óptimas en el mar para buscar la compatibilidad ambiental.

¿Son incompatibles los parques marinos con las zonas de especial protección para las aves o el corredor de migración de los cetáceos?

No necesariamente. No son automáticamente excluyentes. Pero lo que se instale allí se tiene que diseñar muy bien. Eso quiere decir que algunas obras de construcción no se pueden realizar en determinadas horas del año y que otras instalaciones deben tener en cuenta las épocas de migración de las especies. Hay que estudiarlo caso por caso.

lavanguardia.com

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