Esta en concreto, tiene una vida de más de 50.000 ciclos y se carga en tan solo 72 segundos.
En los últimos meses estamos siendo testigos como las baterías milagro están comenzando una nueva fase. Y es que hasta ahora sus planes de producción no se indicaban, o se daban fechas muy lejanas. Pero algo ha cambiado y estamos siendo testigos como estas baterías empiezan a tener ya el apelativo de listas para la producción. El último ejemplo nos llega de la empresa suiza Morand, que ha presentado un desarrollo llamado a revolucionar el mercado.
La idea es un sistema de batería híbrido que combina las características de carga ultrarrápida de los supercondensadores, con las de una batería convencional. El resultado es un pack capaz de acceder a potencias de carga extremadamente elevadas, pero alargando la vida útil de las celdas, y que será según sus diseñadores de poder carga un coche eléctrico en apenas 72 segundos.
El diseño utiliza supercondensadores híbridos (HUC) de la también suiza Sech SA. Unas celdas que se usan en combinación con unos controladores avanzados que permiten alcanzar elevados niveles de potencia de carga y descarga de forma segura.
La empresa afirma que las primeras celdas han pasado las pruebas independientes realizadas por los ingenieros de Geo Technology, empresa fundada por Osamu Goto, exlíder del programa de Fórmula 1 de Honda. Unos test que han demostrado de forma concluyente la capacidad de este diseño de Morand en unos test donde han logrado cargar una batería de 7.2 kWh hasta el 98% en 120 segundos, logrando una potencia máxima de 900 amperios y 360 kW.
Una potencia que no ha afectado a la vida útil de las celdas que según el fabricante, logran según sus pruebas superar los 50.000 ciclos, con algunos modelos que han llegado a los 70.000 ciclos. Datos que otorgan una capacidad entre cinco o diez veces mayor durabilidad que las baterías actuales, algo que abre la puerta a poder trabajar durante varias décadas incluso enfrentándose a condiciones complejas como elevadas potencias.
Otro factor a favor de este desarrollo es su composición. A diferencia de las baterías de de litio convencionales, esta no tiene tanta dependencia de materiales como el litio y el cobalto. Si bien se usa algo de litio, su composición se basa principalmente en aluminio, grafeno y carbono.
También la seguridad térmica es otro factor muy a tener en cuenta, al contar el pack con un sistema de protección contra incendios, que quiere ser líder en el mercado y está en proceso de desarrollo.
Lo mejor de todo es que según sus responsables, el desarrollo técnico está terminado, y ahora están trabajando con un socio para levantar las primeras fábricas que permitan aumentar la economía de escala, y lograr situar su coste de producción a las baterías de litio.
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