Esta nueva tecnología podría restaurar las celdas de energía antiguas a un estado casi como nuevas y extender su vida útil más allá de los 12.000 ciclos de carga.
Investigadores chinos han dado un paso importante en la movilidad eléctrica, y no es porque hayan fabricado un nuevo coche, sino porque han conseguido algo mucho más relevante: han desarrollado un método para regenerar baterías antiguas, devolviéndolas casi a su estado original.
Uno de los elementos más esenciales en los vehículos eléctricos es la batería, puesto que, sin ella, el motor no podría funcionar, y su rendimiento define la autonomía, la eficiencia y el coste. Actualmente, las baterías de iones de litio tienen una vida útil limitada, lo que obliga a los fabricantes y a los usuarios a reemplazarlas tras un número determinado de ciclos de carga y descarga.
Este proceso no solo supone un gasto económico importante, sino que también contribuye a la acumulación de residuos altamente contaminantes. Por ello, el avance logrado por un equipo de científicos de la Universidad de Fudan en Shanghai, China es uno de los más cruciales de los últimos años.
Y es que gracias a una innovadora tecnología, que todavía se encuentra en fase de mejora y desarrollo, los investigadores han conseguido revertir el envejecimiento de las baterías, permitiendo que duren muchos más años y, en teoría, puedan alcanzar una autonomía prácticamente ilimitada.
Regeneración de baterías: un avance revolucionario para la movilidad eléctrica
Este desarrollo no solo supone una revolución para los coches eléctricos, sino que también podría transformar la industria de los móviles y el almacenamiento de energía. Las baterías son un pilar fundamental en múltiples sectores, y al prolongar su vida útil, los fabricantes podrían reducir costes, mejorar la eficiencia y disminuir la necesidad de extraer recursos como el litio.
El secreto detrás de esta innovación radica en la molécula portadora CF3SO2Li. Su desarrollo no fue un proceso sencillo, ya que los investigadores tuvieron que diseñarla desde cero utilizando inteligencia artificial. Para ello, emplearon modelos de aprendizaje automático que analizaron vastos conjuntos de datos relacionados con química orgánica, electroquímica e ingeniería de materiales.
Cabe señalar que el objetivo era encontrar un compuesto que pudiera integrarse sin problemas en el electrolito de las baterías viejas, facilitando la reposición de los iones de litio perdidos sin dañar el resto de sus componentes. Tras un exhaustivo proceso de pruebas, lograron diseñar la molécula ideal, capaz de inyectarse directamente en una batería usada para regenerarla desde su interior.
Las pruebas realizadas con esta nueva tecnología han demostrado que las baterías tratadas pueden soportar hasta 60.000 ciclos de carga y descarga, una cifra impresionante si se compara con los 1.000 a 1.500 ciclos que suelen durar las actuales.
Tal como en el tratamiento de una enfermedad en humanos, nuestro enfoque consiste en solucionar el problema central de la batería mientras preservamos sus componentes en buen estado, explicó Gao Yue, de la Universidad de Fudan.
Esto significa que un coche eléctrico podría funcionar con la misma batería durante décadas sin necesidad de reemplazo, lo que reduciría de forma drástica los costes de mantenimiento y haría estos vehículos más accesibles para los consumidores. Además, la regeneración de baterías de iones de litio tendría un enorme impacto en la reducción de residuos electrónicos.
Actualmente, muchas baterías terminan en vertederos o requieren procesos costosos para su reciclaje. Si en lugar de desecharlas se pudieran restaurar, la cantidad de desechos se reduciría notablemente, minimizando así la contaminación ambiental derivada de su producción y eliminación.
La inteligencia artificial, clave en la evolución de las baterías
El papel de la IA en este avance es fundamental, puesto que no solo ha permitido el diseño de la molécula CF3SO2Li, sino que también está ayudando a mejorar otros aspectos del desarrollo de baterías.
Los científicos pueden predecir el comportamiento de nuevos materiales, optimizar la eficiencia de carga y descarga, y encontrar soluciones que de otro modo requerirían años de investigación tradicional. Por ejemplo, las baterías de aluminio que duran para siempre, y las cuales pueden ofrecer 10,000 ciclos de carga gracias a que cuentan con electrolito sólido y otros materiales.
Con este avance, el futuro de los coches eléctricos parece más prometedor que nunca. La posibilidad de contar con baterías regenerables marca un antes y un después en la industria, abriendo la puerta a una nueva era en la que la durabilidad y la eficiencia vayan de la mano con la sostenibilidad.
Fuente | computerhoy.20minutos.es
Esto significa que un coche eléctrico podría funcionar con la misma batería durante décadas sin necesidad de reemplazo, lo que reduciría de forma drástica los costes de mantenimiento y haría estos vehículos más accesibles para los consumidores. Además, la regeneración de baterías de iones de litio tendría un enorme impacto en la reducción de residuos electrónicos.
Actualmente, muchas baterías terminan en vertederos o requieren procesos costosos para su reciclaje. Si en lugar de desecharlas se pudieran restaurar, la cantidad de desechos se reduciría notablemente, minimizando así la contaminación ambiental derivada de su producción y eliminación.
La inteligencia artificial, clave en la evolución de las baterías
El papel de la IA en este avance es fundamental, puesto que no solo ha permitido el diseño de la molécula CF3SO2Li, sino que también está ayudando a mejorar otros aspectos del desarrollo de baterías.
Los científicos pueden predecir el comportamiento de nuevos materiales, optimizar la eficiencia de carga y descarga, y encontrar soluciones que de otro modo requerirían años de investigación tradicional. Por ejemplo, las baterías de aluminio que duran para siempre, y las cuales pueden ofrecer 10,000 ciclos de carga gracias a que cuentan con electrolito sólido y otras materiales.
Con este avance, el futuro de los coches eléctricos parece más prometedor que nunca. La posibilidad de contar con baterías regenerables marca un antes y un después en la industria, abriendo la puerta a una nueva era en la que la durabilidad y la eficiencia vayan de la mano con la sostenibilidad.