La empresa de automóviles Horse, que se encuentra en las antiguas instalaciones de Renault, tiene la mira puesta en el mercado de motores de hidrógeno y e-fuel, con planes de introducirlos entre 2028 y 2030, según el director de la factoría de Horse Motores en Valladolid, Alberto de los Ojos.
La antigua sede de Renault Motores, ahora operando bajo el nombre de Horse, ha recibido la visita del alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, quien ha destacado la contribución de la empresa a la transición hacia vehículos sostenibles e inteligentes.
Horse tiene la responsabilidad del desarrollo de motores futuros tanto para Renault como para otros clientes, con un enfoque en la fabricación de un millón de motores híbridos hasta 2030. Este enfoque busca dar una alternativa de motorización que responda al nivel de contaminación de los vehículos eléctricos, sin tener que optar por la electrificación total.
Motores de hidrógeno para Reanult
El futuro también incluye el desarrollo de motores de hidrógeno verde y e-fuel en el centro de I+D de Valladolid, con planes de producción entre 2028 y 2030. Los motores actuales de Horse en Valladolid ya son compatibles con e-fuel, según las pruebas realizadas.
La empresa participará en la Mesa Municipal de la Automoción del Ayuntamiento de Valladolid, respaldando así el sector industrial. Carnero destaca la posición de Horse como una empresa líder en tecnología térmica con bajas emisiones y subraya el compromiso del Ayuntamiento con una transición ordenada hacia la movilidad no contaminante.
La empresa de automoción Horse, que está formada por más de 9,000 antiguos empleados de Renault, defiende el empleo local. La planta de Motores y el centro de I+D+i en Valladolid se espera que acojan a cerca de un tercio de esos empleados a nivel mundial.
Además, se prevé que Horse inicie planes industriales relacionados con la producción de motores, en línea con las prácticas de Renault, que podrían vincularse a la negociación del convenio colectivo.
El futuro de los motores
La constante evolución en el mundo de la automoción, prevé un futuro incierto sobre qué motores predominarán en el futuro. Si bien es cierto que llevamos años familiarizándonos con los motores eléctricos, estos no ofrecen las prestaciones que ofrecías los motores de combustión tradicional, lo que ha provocado que los fabricantes busquen alternativas que se equiparen más a estos motores tradicionales de gasolina.
Esa alternativa se encuentra en los motores de hidrógeno, que poco a poco están cogiendo protagonismo, y los últimos ensayos están logrando prestaciones muy similares a los motores diésel o gasolina, con un impacto ambiental similar al de los motores eléctricos, pero con una potencia que nada tiene que envidiar a la conducción como la conocemos.
Pero no cabe duda de que los desarrolladores de motores eléctricos buscarán alternativas que les permita mantener la posición que han ido ganando en los últimos años con la evolución de sus motores.
Por eso se prevé un futuro incierto pero beneficioso para los consumidores, ya que habrá una alta competencia y una guerra de precios donde el consumidor podrá elegir la mejor opción para sus intereses.
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