El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha dejado muy claro esta realidad. En juego están una gigafactoría de baterías y una nueva familia de coches eléctricos
Independientemente de si la transición al coche eléctrico nos parece acertada o no, es un hecho que esta se ha producido de manera forzada por los Gobiernos y no como una respuesta a la evolución natural de la industria automotriz.
Eso es precisamente lo que fabricantes y marcas han criticado desde el inicio, que se les ha obligado a afrontar una reconversión multimillonaria que ha puesto en peligro su supervivencia y una industria que es motor de múltiples economías.
A partir de 2035, en la Unión Europea, el coche eléctrico pasará a ser la única opción viable para la mayor parte de los fabricantes de automóviles. Esto se debe a que los gobiernos de la misma han acordado la prohibición de vender cualquier vehículo nuevo que no sea catalogado como «cero emisiones».
Por eso, las palabras del CEO de Stellantis, Carlos Tavares, mandan un mensaje muy claro al Gobierno de España y al resto de administraciones de la Unión Europea.
Si España quiere fabricar coches eléctricos y baterías, que pague
Esa es, en esencia, la visión de Carlos Tavares, que en el fondo lo que está haciendo es expresar el punto de vista del resto de fabricantes de automóviles.
El CEO de Stellantis tiene claro que la transición forzada al coche eléctrico le está costando miles de millones a las empresas del automóvil, por lo que es justo que los gobiernos que lo han propiciado financien parcialmente la misma.
Y, si bien esta reflexión es válida para todos los gobiernos de la Unión Europea, en este caso Carlos Tavares ha enviado el mensaje directamente al de España. ¿La razón? Stellantis tiene que decidir dónde construirá una gigafactoría para fabricar baterías y a cuál de sus plantas adjudica una nueva familia de coches eléctricos.
Hace dos años, Carlos Tavares ya enfatizó la pasividad del Gobierno de España con respecto a este tema. Y ahora ha vuelto a insistir en ello.
«Claramente, esa es nuestra intención si conseguimos las ayudas adecuadas del Gobierno español», afirma Carlos Tavares al ser preguntado por la posibilidad de levantar una gigafactoría de baterías en Zaragoza y adjudicar a una de las tres plantas españolas (Vigo, Madrid o Zaragoza) la nueva familia de coches eléctricos pequeños.
«Estamos afrontando una gran transformación tecnológica promovida por los gobiernos y es bastante normal que les pidamos alguna contribución. Porque si no las recibimos, nuestras empresas estarán en peligro», ha ampliado Tavares, lanzando un claro mensaje al ejecutivo de Pedro Sánchez.
En total, 4.000 millones en inversiones que podrían recaer en España si el Gobierno accede a cofinanciar dichos proyectos.
«Las discusiones están en curso y queremos asegurarnos de que alcanzamos un acuerdo claro con el Gobierno español», ha recalcado el dirigente portugués, que lidera el fabricante con mayor presencia en España, gracias a más de un millón de vehículos fabricados en 2023 y un total de 13.000 empleos directos.
Dos proyectos de suma importancia
Como ya te hemos avanzado, actualmente se discuten ayudas para dos proyectos clave en España.
En el pasado, Tavares ya ha demostrado su confianza en la competitividad española, llegando incluso a enfrentarse al Gobierno francés por la adjudicación del nuevo Peugeot 208 eléctrico a la planta de Figueruelas (Zaragoza).
Además, la misma planta producirá el nuevo utilitario Lancia Ypsilon. Cerca de esta factoría, se prevé la construcción de la mayor planta de baterías de Stellantis en España, con una inversión proyectada de 3.000 millones de euros a partir de 2026.
Pero antes de fabricar baterías, es esencial darle sentido a dicha instalación. La clave para ello son los nuevos modelos eléctricos pequeños basados en la plataforma STLA Small a partir de 2027 y 2028, implicando una inversión de 1.000 millones de euros.
En lo relativo a la gigafactoría, Stellantis ha recibido sólo 55,9 millones de ayudas de los 200 estimados, por lo que se buscan soluciones tras el desencanto de la multinacional. Stellantis espera el apoyo económico del Gobierno de Aragón y ser incluida en la próxima edición del PERTE.
Por su parte, el proyecto asociado a la plataforma STLA Small depende de la resolución sobre la segunda línea del PERTE II, que se espera antes de fin de mes.
El coche eléctrico tiene que ser caro
Carlos Tavares también ha respondido a la principal preocupación de los usuarios, que consideran el coche eléctrico excesivamente caro.
El CEO de Stellantis destaca que los altos precios de los coches son necesarios para que los fabricantes puedan invertir en tecnologías eficientes asequibles. Además, subraya que forzar la electrificación sin considerar la rentabilidad puede resultar en que aquellos que no pueden pagar opten por mantener sus coches antiguos, contraviniendo el objetivo deseado.
El portugués también advierte que reducir los precios más rápido que los costes puede tener consecuencias negativas. «De reducir costes, nosotros tenemos experiencia, así que sólo necesitamos tiempo», añadió un Carlos Tavares que ve esta estrategia como la respuesta adecuada para competir con los fabricantes chinos.
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