En el entretanto, Hyundai y General Motors firman un memorando de entendimiento para explorar la colaboración en vehículos, cadena de suministro y tecnologías de energía limpia
Decíamos que sin ninguna duda sí hay crisis en automoción… y todo empezó por culpa del coche eléctrico, pero se ha extendido al conjunto del sector. Un día más llegan nuevas muestras de ello, porque el grupo Stellantis (que surgió de la fusión del francés PSA y el italo-estadounidense Fiat Chysler Automobiles) ha decidido frenar la producción del Fiat 500 eléctrico y Audi (marca del grupo alemán Volkswagen) no dará nuevos modelos a su planta de Bruselas (Bélgica), donde pretende despedir a 1.500 empleados -50% de la plantilla- y no descarta su cierre si no encuentra ninguna alternativa factible.
Muchos grupos automovilísticos han ido anunciando retrasos de planes en la producción de coches eléctricos ante la baja demanda. Entre los penúltimos anuncios en este sentido, estaba hasta el chino Chery, que ha decidido retrasar para 2025 el eléctrico Omoda 5 que iba a producir en la antigua planta de Nissan en Barcelona a finales de este año. ¿Su excusa? Los aranceles europeos a los coches chinos y las previsiones optimistas de ventas de los modelos de Ebro (su aliado en la citada fábrica barcelonesa), eso sí, el grupo automovilístico Ebro-EV Motors (tras cerrarse la planta de Nissan en la Ciudad Condal, volvió Ebro con varios accionistas -siendo EV Motors el mayoritario-) comenzará a fabricar allí los modelos Ebro S700 y S800, con motor de gasolina y versión híbrida enchufable a partir del próximo noviembre. Como ven empieza con varias tecnologías y ninguna versión 100% eléctrico.
Por cierto, el anuncio de Chery sobre el Omoda 5 se conoció justo cuando Pedro Sánchez acaba de volver de una gira por China… en la que se ha visto, entre otros, con el presidente chino, Xi Jinping, y con el primer ministro chino, Li Qiang, y habló sobre los aranceles europeos a los coches eléctricos chinos, llegando a afirmar que “debemos buscar soluciones que sean beneficiosas para todas las partes”. Una vez más, parece que Sánchez es un poco gafe… Eso sí, Sánchez presumirá de haber mediado entre China y la Unión Europea porque el ministro de Comercio del gigante asiático, Wang Wentao, viajará al viejo continente para discutir sobre los aranceles.
Ahora es el grupo Stellantis el que ralentiza aún más la velocidad en el coche eléctrico, pues ha frenado la producción del Fiat 500 eléctrico. Dicho grupo tiene su sede está en Países Bajos y entre sus accionistas, el principal es Exor (el holding inversor de la familia italiana Agnelli, fundadora de Fiat), seguido de la familia francesa Peugeot, el Estado galo, el grupo automovilístico chino Dongfeng (1,5%) y varios fondos de inversión. Ojo, Stellantis tiene además una sociedad conjunta con el fabricante chino Leapmotor, tras haber adquirido el 20% del capital de este último el año pasado. Conviene recordar que antes de conocerse los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos, Stellantis anunció que empezaría a vender los primeros dos modelos 100% eléctricos de la sociedad conjunta con Leapmotor en septiembre en nueve países europeos (Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia, Italia, Países Bajos, Portugal y Rumanía), pero a mediados de junio, conocidos ya dichos aranceles, informó de que había iniciado la producción de coches Leapmotor en su planta de Tichy (Polonia), donde los costes de producción se situan entre 400 y 500 euros por vehículo, según la firma financiera Jefferies, similares a los de China y muy inferiores a los de Italia (unos 1.000 euros). ¿Casualidad? Ya saben que no, y menos si se recuerda al poeta, dramaturgo, filósofo e historiador alemán Friedrich Schiller, quien defendía que las casualidades no existen. Así, Stellantis pretende escapar de los aranceles de la UE a los coches eléctricos chinos que se importan… y a la vez, ahorrarse dinero en costes.
Y de Stellantis pasamos a Volkswagen, en concreto a la marca Audi. Los trabajadores de la planta que la firma de los cuatro aros tiene en Bruselas (Bélgica) han protestado por la reestructuración, o sea, despidos, que afectan a 1.500, lo que supone el 50% de la plantilla. Audi ha anunciado que no asignará nuevos modelos a la planta de Bruselas, que ahora fabrica el Q8 e-tron (un SUV eléctrico), ante la baja demanda de este último, la caída de ventas globales y los elevados costes de fabricación. Por ello, quiere hacer una reestructuración, cuya primera etapa pasa por eliminar la mitad de la plantilla, pero no descarta el cierre de la fábrica si no encuentra una alternativa factible. Todo esto, lógicamente, ha provocado protestas de los trabajadores y los sindicatos, que llegaron a confiscar 200 llaves de coches terminados ante la amenaza de cierre… y la dirección de Audi en la planta de Bruselas amenazó a los empleados con denunciar el robo de dichas llaves. El cierre parece inminente, aunque aún hay tiempo para presentar planes alternativos a los representantes de los trabajadores hasta el próximo día 17… y parece que lo más probable es que se deje de producir coches en dicha planta y se reutilice para otros fines.
Todo esto que sucede en Audi en Bruselas se suma a una situación preocupante en el grupo Volkswagen en general. Este último insiste en que deberá hacer cierres de plantas, por primera vez en su historia, en Alemania para reducir costes… y lo que conllevará despidos. Al Gobierno alemán que lidera Olaf Scholz no le ha hecho ninguna gracia, naturalmente, y está dispuesto a actuar contra el grupo con sede en Wolfsburgo, aunque por ahora va de buenas y ante la caída de ventas general va a recuperar los incentivos a la compra de eléctricos que suprimió a finales de 2023. Por su parte, el sindicato IG Metall se ha abierto a negociar la semana de cuatro días para evitar que haya cierres de plantas… Pero la última novedad es que Volkswagen ha suprimido la garantía de empleo incluida en su convenio colectivo, lo que abre la puerta a despidos de 2025.
En el entretanto, en plena crisis del eléctrico… extendida al conjunto del sector de automoción, los grupos están apostando mucho más por las alianzas. El surcoreano Hyundai y el estadounidense General Motors han firmado un memorando de entendimiento para explorar la colaboración en vehículos, cadena de suministro y tecnologías de energía limpia. De hecho, van a investigar el desarrollo conjunto de productos, la fabricación y las futuras tecnologías de energía limpia, con el fin de mejorar la eficiencia y aumentar la competitividad. Veremos.
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