Que el coche eléctrico tiene menos emisiones lo sabe ya casi todo el mundo, incluso contando desde «el pozo a la rueda» que supone contabilizar sus emisiones desde la producción de sus componentes, y toda su vida útil. Ahora, un estudio pone sobre la mesa como la diferencia con los coches con motor de combustión se incrementará en los próximos años gracias a la mayor cuota de uso de energías renovables y la expansión del reciclaje de baterías.
Así lo ha indicado en su último informe la organización Green NCAP, que realiza anualmente una encuesta de una selección de modelos de coches y estima cuántas emisiones de gases de efecto invernadero tendrá el automóvil «desde la cuna hasta la tumba».
Desde 2020, Green NCAP ha llevado a cabo análisis del ciclo de vida de varios modelos, que muestran el impacto de estos en cuanto a emisiones teniendo en cuenta toda su vida útil. Desde que se fabrica hasta que tiene que ser reciclado.
Los nuevos análisis del ciclo de vida de Green NCAP muestran que el impacto medioambiental de los coches eléctricos se reducen a lo largo de su vida útil, en comparación con los coches con motor de combustión.
Este cambio, según el informe, se puede atribuir en gran medida a la reducción de las emisiones en la producción de componentes clave como las baterías, así como la mejora del mix eléctrico en todo el mundo, donde las energías renovables ganan cuota de forma imparable. Principalmente en dos de los principales fabricantes de coches del mundo: China y Europa.
Es decir, el análisis se basa en lo que se espera en el futuro, además de cómo se produce la producción actual de automóviles.
Las emisiones están disminuyendo
El análisis indica que los coches tienen una vida útil media de 16 años y un kilometraje estimado de 240.000 kilómetros. Los cálculos se basan en la previsión actual de cambios en el mix energético medio en los 27 estados miembros de la UE.
Las emisiones procedentes de la producción de baterías deberían haber caído un 16% en 2025. Esto será impulsado principalmente por las economías de escala y los esfuerzos de sostenibilidad de los fabricantes que apuestan también de forma directa por aumentar sus niveles de autoconsumo fotovoltaico en sus fábricas.
Green NCAP estima una reducción adicional de las emisiones del 26% en el período 2026-2039.
La cifra más baja en emisiones de CO2 a lo largo de todo el ciclo de vida a la que ha llegado Green NCAP a través de sus análisis es la de 2022, con el Dacia Spring. Los cálculos muestran que movilizará 21 toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero en su vida útil. La más alta es la Ford Ranger Raptor 3.0 Ecoboost con 115 toneladas. Una pickup con 405 CV de potencia y enormes emisiones.
De media, los coches eléctricos generan alrededor de la mitad de emisiones que un coche con motor de combustión a lo largo de su vida, según las cifras de Green NCAP.
Otra encuesta confirma los datos
Otro estudio similar ha sido realizado por el grupo de expertos estadounidense ICCT, que acaba de presentar a una conclusión muy similar, y en este caso basándose en datos del mercado estadounidense.
Según el estudio, los híbridos enchufables emiten, de media, 2.5 veces más dióxido de carbono que los coches eléctricos a batería, tendiendo en cuenta un cálculo de las emisiones medias en el mix eléctrico de Estados Unidos.
Los coches con motor de combustión interna por su parte aumentan la diferencia hasta las 3,5 veces más emisiones que los coches eléctricos.
Por otro lado, mientras que el coche de combustión solo tiene una fuente de energía, los combustibles fósiles, los eléctricos pueden cargarse usando la red eléctrica, o utilizando sistemas renovables. En este caso, si el coche eléctrico se carga con electricidad renovable, la diferencia aumenta aún más.
En este escenario, el informe indica que los modelos híbridos no enchufables emiten hasta cinco veces más que los eléctricos, y los coches de gasolina normales emiten 6,7 veces más.
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