Un informe del ADAC concluye que los vehículos eléctricos son más fiables que los de combustión, aunque ambos comparten una debilidad: la batería de 12V.
Tradicionalmente, la comparación entre coches eléctricos y de combustión se ha centrado en aspectos como las emisiones, el coste o las prestaciones. Sin embargo, la fiabilidad ha ganado protagonismo en el debate. Según un estudio del Automóvil Club Alemán (ADAC), la mayor entidad de asistencia en carretera de Europa, los eléctricos registran menos fallos mecánicos que sus homólogos de combustión.
El estudio, sustentado en una muestra de más de 3,6 millones de asistencias prestadas a lo largo de 2024 por los técnicos del ADAC —conocidos popularmente como los “Ángeles Amarillos”—, ofrece por primera vez una base estadística sólida para analizar la fiabilidad de los vehículos eléctricos.
Los eléctricos registran menos incidencias que los modelos con motor térmico
“En los coches matriculados por primera vez entre 2020 y 2022, los eléctricos presentaron una media de 4,2 fallos por cada 1.000 unidades”, señala el diario alemán Handelsblatt, citando los datos del ADAC. En contraste, los vehículos de combustión interna del mismo periodo sufrieron 10,4 fallos por cada 1.000 vehículos.
Esta brecha, que favorece a los eléctricos con más del doble de fiabilidad, cobra aún mayor relevancia si se tiene en cuenta el notable aumento del parque de vehículos eléctricos en los últimos años.
El repunte del 46 % en las intervenciones a vehículos eléctricos en comparación con el año anterior no se debe a una disminución en su fiabilidad, sino al crecimiento de su presencia en las vías europeas. De hecho, los autores del informe valoran este aumento como un beneficio estadístico, ya que permite trabajar con una base de datos más amplia y representativa.
Por primera vez, ha sido posible analizar tres años completos de datos de primeras matriculaciones (entre 2020 y 2022), lo que permite identificar tendencias con mayor rigor y consistencia. El informe examinó un total de 159 gamas de vehículos pertenecientes a unas 20 marcas distintas, centrándose en modelos con entre dos y nueve años de antigüedad, siempre que cumplieran con un umbral mínimo de registros y unidades matriculadas.
Un fallo recurrente: la batería auxiliar de 12 voltios
Pese al sólido desempeño general de los vehículos eléctricos, el informe señala un inconveniente común tanto en los modelos eléctricos como en los de combustión: la batería auxiliar de 12 voltios. Este componente, distinto de la batería principal en los eléctricos, continúa siendo esencial para funciones como el arranque, la iluminación o el cierre centralizado.
Durante 2024, el 50 % de las incidencias en coches eléctricos y el 45 % en los de combustión estuvieron relacionadas con baterías descargadas o defectuosas. La relevancia de esta pieza se ha mantenido estable a lo largo de los años.
Ya en 2015, esta batería representaba el 35,7 % de las averías registradas. En 2020, durante la pandemia, su incidencia aumentó hasta el 46,3 %, en parte por el prolongado tiempo de inactividad de muchos vehículos, lo que mermó su rendimiento.
Según el informe, «una batería experimenta menos desgaste durante su uso que cuando permanece inactiva», lo que explica su deterioro durante períodos de inactividad. En 2024, esta tendencia continuó, con un 44,9 % de las averías totales originadas por fallos en la batería auxiliar.
Después de la batería, la segunda causa más frecuente de averías fueron los problemas en el motor o en los sistemas electrónicos asociados al motor (22,1%). Mientras que en los vehículos de combustión los problemas se refieren a elementos como la inyección o el encendido, en los eléctricos están vinculados al sistema de alto voltaje.
Otras causas menos comunes incluyeron fallos en el sistema eléctrico (10,6%), en los neumáticos (8,8%) y en los sistemas de cierre (6,9%). En este último aspecto, los coches eléctricos presentan una pequeña debilidad: experimentan más problemas con los neumáticos que los vehículos de combustión.
Los vehículos eléctricos enfrentan más dificultades con los neumáticos que los de combustión
De acuerdo con el informe, se registraron 1,3 averías relacionadas con los neumáticos por cada 1.000 vehículos eléctricos, en comparación con las 0,9 en los coches de combustión. Sin embargo, esta disparidad tiende a disminuir en los modelos más nuevos, lo que indica que podría ser un inconveniente que los fabricantes están comenzando a resolver.
En cambio, los vehículos eléctricos están libres de muchos de los inconvenientes mecánicos típicos de los motores de combustión, como las fallas en el motor de arranque, la necesidad de cambios de aceite o los problemas inherentes al sistema de propulsión.
Esto representa una notable disminución en la cantidad de componentes propensos a sufrir averías. A pesar de estos resultados positivos, el ADAC señala que aún existen limitaciones al momento de comparar la fiabilidad a largo plazo entre los dos tipos de vehículos.
La mayoría de los modelos eléctricos evaluados tienen menos de diez años, por lo que todavía es prematuro establecer con certeza cómo se desempeñarán a largo plazo.
«Los datos son limitados, ya que los vehículos completamente eléctricos no llevan mucho tiempo disponibles en el mercado, por lo que aún no podemos determinar su fiabilidad después de más de 10 años», señala el estudio.
No obstante, los datos actuales son prometedores. La evolución de las cifras indica que los vehículos eléctricos están ganando terreno no solo en sostenibilidad y eficiencia, sino también en fiabilidad, uno de los factores más determinantes para muchos conductores, especialmente en el mercado de segunda mano.
En este contexto, el informe del ADAC ofrece una visión clara de la situación actual: los coches eléctricos, a pesar de su relativa juventud en el mercado, tienen una tasa de averías considerablemente inferior a la de los vehículos de combustión interna.
Eso sí, ni siquiera la tecnología más avanzada ha podido evitar el antiguo inconveniente de siempre: la batería de 12 voltios, ese pequeño pero crucial componente que, año tras año, sigue siendo la causa principal de los problemas en la carretera.
Fuente | autobild.es