El actual sistema de etiquetas medioambientales de la DGT permite limitar la circulación a más de 33 millones de vehículos en España
Corría el año 2016 cuando la DGT ponía en marcha el sistema de etiquetas medioambientales, una clasificación que afecta a todos los vehículos del mercado en función de sus emisiones.
En su momento esta clasificación no parecía tener demasiada trascendencia, hasta que la llegada de las Zonas de Bajas Emisiones ha demostrado cuál es su utilidad: limitar y prohibir la circulación de los automóviles más contaminantes.
Limitar y prohibir
Europa está detrás de la aplicación de estos sistemas de reducción de emisiones vía limitaciones a la circulación, pero al final son los gobiernos los que desarrollan el funcionamiento de sus limitaciones, lo que ha provocado que las soluciones sean de los más dispares en toda Europa.
Desde las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que limitan la circulación a algunos coches, tal y como ha ocurrido en España, hasta sistemas de peajes a la entrada de las ciudades para los coches más contaminantes, con lo que tácitamente se consigue el mismo efecto: sacar de las ciudades a los coches más antiguos.
Objetivo: menos coches
En España el sistema de Zonas de Bajas Emisiones fue diseñado inicialmente entre la DGT y el Gobierno, que desarrollaron un marco legal que permite a las autoridades municipales poner en funcionamiento las citadas Zonas de Bajas Emisiones.
En este caso las limitaciones a la circulación son de obligada aplicación en todas las ciudades de más de 50.000 habitantes. Así, cada una de estas 150 ciudades afectadas en España debe encargarse de su puesta en funcionamiento, si bien debe ser cada ayuntamiento quien se encargue de su regulación y de su desarrollo a partir del marco legal creado por el Gobierno.
Esto ha provocado el caos entre los conductores, pues cada una de estas 150 ciudades cuenta con una regulación diferente. Las hay como Madrid o Barcelona, donde son tan restrictivas que ya ha habido varias sentencias judiciales en su contra y tan permisivas como las de Gijón, en las que no tienen ninguna limitación.
Las 150 ciudades afectadas
De acuerdo con la legislación, las Zonas de Bajas Emisiones deberían haber estado activas desde el 1 de enero de este año, aunque la realidad es que la ley definitiva no estuvo aprobada hasta diciembre de 2022, lo que ha provocado que a día de hoy más de un 50 % de las ciudades no hayan puesto aún en funcionamiento las ZBE.
En este caso el Gobierno hará una primera revisión de su funcionamiento en enero de 2027, procedimiento que repetirá cada tres años para valorar la eficacia de las medidas tomadas por cada ciudad.
Progresivamente estas limitaciones se irán extendiendo a los más de 33 millones de vehículos que hay matriculados actualmente en España.
El Debate