El Consejo de Ministros acaba de prorrogar las ayudas a la compra de coches eléctricos y enchufables del actual plan MOVES III hasta el 31 de julio de 2024, que inicialmente vencía a finales de año. El Ejecutivo asegura que “aún hay casi 300 millones disponibles” para seguir atendiendo la demanda.
Estas ayudas a la compra siguen sin hacer despegar al coche eléctrico en España y sin solucionar uno de sus principales inconvenientes, pues finalmente no serán inmediatas, y tampoco se calcularán en función de la renta, al menos hasta que no se perfile un nuevo plan de ayudas.
Unas ayudas a la compra que tardan en llegar hasta un año y medio
A petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que prorroga siete meses el programa de incentivos para la movilidad eléctrica (MOVES III) más ambicioso hasta la fecha, dotado con 1.200 millones de euros, después de experimentar dos ampliaciones presupuestarias por el gran número de solicitudes recibidas.
Con la medida el Gobierno en funciones pretende dar un impulso a los vehículos eléctricos que no acaba de llegar, pues aunque las ventas de coches eléctricos van subiendo progresivamente, la cuota de mercado de los cero emisiones no supera el 5 % del total de coches vendidos en España. Los alternativos que siguen mandando son los híbridos no enchufables (HEV), con un 31 % de las ventas totales.
Según datos oficiales, el MOVES III “quería alcanzar el objetivo de 238.000 peticiones de ayuda a la compra para vehículos eléctricos y puntos de recarga” antes de que acabe 2023, y ya hay más de 250.000 solicitudes registradas y 290 millones de euros para hacerles frente.
Sin embargo, no parece suficiente para lograr que en España haya 5,5 millones de vehículos 100 % eléctricos circulando en 2030, como se pretende desde el Ejecutivo. Una de las principales trabas para que estas ayudas realmente tengan éxito es que las ayudas son retroactivas, es decir, que se cobran meses después de comprar el vehículo y solicitarlas.
Hemos de recordar que las cuantías de las ayudas para coches eléctricos, de hidrógeno y eléctricos de autonomía extendida (con autonomía eléctrica de más de 90 km) son:
– hasta 7.000 euros (con achatarramiento).
– 4.500 euros euros (sin achatarramiento).
Por su parte, para coches enchufables con una autonomía de entre 30 y 90 km, es decir para los híbridos enchufables pues suelen estar en este rango, las ayudas también serán mayores respecto al MOVES II:
– 5.000 euros (con achatarramiento).
– 2.500 euros (sin achatarramiento).
Las ayudas las puede solicitar cualquiera que se compre un vehículo eléctrico o híbrido enchufable nuevo, siempre que se cumplan los requisitos del plan. Este también incluye ayudas para instalar postes de carga, pero estas pueden tardar entre 12 y 18 meses en llegar, dependiendo de la comunidad autónoma donde se soliciten, ya que son las que las gestionan.
Esto supone una traba para el comprador, a lo que se añade que la ayuda no es completa, pues parte de ella hay que declararla a Hacienda, siendo entre un 19 % y un 47 % menor según los ingresos anuales del declarante. Aunque las carencias del MOVES III no son la única traba para alcanzar a otros países europeos en electromovilidad, se espera que cambie de cara a la elaboración de un nuevo Plan.
Puntos de recarga con funcionalidades inteligentes
Mientras tanto, la norma aprobada por el Consejo de Ministros introduce algunos cambios en las bases reguladoras del programa que se derivan de la modificación del Reglamento General de Exención por Categorías incluida en el Reglamento (UE) 2023/2015, cuya adaptación debe realizarse antes del 31 de diciembre de 2023.
Estas modificaciones que llegan desde Europa se calcula que sólo afectan a menos del 2 % de los expedientes, pues no van dirigidas ni a particulares, ni a autónomos, ni a comunidades de propietarios o administraciones públicas.
Simplemente limitan a 150 millones el presupuesto anual que puede adscribirse a cada uno de los programas de ayuda específicos para empresas, y exigen que los puntos de recarga que éstas instalen con potencias hasta 22 kilovatios-hora cuenten con funcionalidades inteligentes.
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