Los propietarios de los motores Puretech, fabricados por Stellantis, anuncian manifestaciones en cuatro ciudades en noviembre

Los propietarios de vehículos con motores Puretech, fabricados por Stellantis, están cada vez más frustrados por la falta de respuestas por parte del fabricante a los graves problemas que presentan sus coches. Estos motores, utilizados en marcas como Peugeot, Citroën, Opel y DS, sufren fallos críticos como la degradación de la correa de distribución y el elevado consumo de aceite, lo que ha llevado a costosas reparaciones para miles de usuarios. La Asociación de Afectados Stellantis (AFESTEL), que ya representa a más de 6.000 propietarios, ha decidido iniciar una serie de manifestaciones para exigir una solución y compensaciones por parte de la empresa.

Pese a haber mantenido una reunión con los representantes de Stellantis en septiembre, los afectados consideran que las promesas del fabricante de buscar una “solución global” no se han materializado en propuestas concretas. Yerba Luca de Tena, presidente de AFESTEL, comenta que dicha solución “debería haberse buscado desde el principio” y califica la situación como una estrategia de la compañía para ganar tiempo. La asociación ha programado protestas en ciudades clave donde la empresa tiene presencia, como Barcelona y Sevilla, para noviembre, y en Zaragoza y Madrid para diciembre.

El problema de los motores Puretech afecta a más de 765.000 vehículos en España, con Cataluña siendo la región más afectada, con casi 80.000 coches en la provincia de Barcelona. Estos motores fallan a menudo después de los primeros 4 o 6 años, lo que significa que muchos propietarios todavía no han experimentado los problemas. Rafael, uno de los afectados, comparte su experiencia: “Mi coche se paró en plena autopista a 120 km/h, evité un accidente por poco. La reparación me costó 2.200 €, pero lo peor es el miedo de conducirlo, es una bomba de relojería”. Stellantis ha negado el reconocimiento de un defecto de fábrica y alega que los casos deben ser evaluados individualmente, afirmando que no se trata de un fallo generalizado.

Los afectados exigen que Stellantis retire los vehículos defectuosos, cubra los gastos de reparación y compense a los propietarios por el tiempo que sus coches han estado inactivos, además de por la devaluación de los mismos.

Chasis Cero

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