Cambio de estrategia. A finales de 2020, el entonces primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que el Reino Unido prohibía la venta de turismos y furgonetas con motores diésel y gasolina a partir de 2030, es decir, cinco años antes de la fecha establecida por la Unión Europea. Sin embargo, el actual gobierno, encabezado por Rishi Sunak, ha decidido dar marcha atrás y permitirá su comercialización hasta 2035.
Según el líder del partido conservador, el Reino Unido “está muy por delante de cualquier otro país” en la transformación hacia una economía verde, pero hacerlo demasiado rápido puede hacernos “perder el consenso de la ciudadanía”: “¿acaso es justo que pidamos a los británicos que hagan mayores sacrificios que el resto?”, decía Sunak.
Aunque esta demora pueda trasmitir una falta de compromiso con los objetivos climáticos, el primer ministro ha reafirmado que la meta sigue siendo lograr la neutralidad en CO2 para el año 2050. La medida pretende dar tiempo a los ciudadanos para hacer una transición más tranquila hacia la electromovilidad: “Queremos que sean ellos los que tomen la decisión de cambiar sin imposiciones por parte del Gobierno”. Además, conviene señalar que la prohibición solo afecta a la venta de vehículos nuevos de combustión interna; los de segunda mano sí se podrán seguir comercializando.
El anuncio no ha sido bien recibido por algunos sectores, como algunos fabricantes automovilísticos. La directora de Ford UK, Lisa Brankin, ha dicho que su compañía ha invertido 430 millones de libras (unos 496 millones de euros al cambi actual) para producir coches eléctricos en el Reino Unido. “Necesitamos tres cosas del gobierno británico: ambición, compromiso y consistencia” y la decisión tomada afecta a las todas ellas, ha afirmado.
Según recoge la agencia de noticias Reuters, fuentes de Kia han querido destacar que “esto altera las complejas negociaciones de la cadena de suministro y la planificación de productos, al tiempo que contribuye potencialmente a la confusión de los consumidores y la industria”. Por su parte, desde Volkswagen señalan que existe una necesidad urgente de “tener un marco regulatorio claro y confiable que cree certidumbre en el mercado y confianza en el consumidor, incluidos objetivos vinculantes para el despliegue de infraestructura”.
Matriculaciones de coches eléctricos en el Reino Unido
Los datos de matriculaciones de turismos eléctricos en el Reino Unido muestran un crecimiento en las ventas de este tipo de vehículos, a pesar de que el gobierno no ofrece incentivos ni ayudas para su adquisición -en España tenemos el Plan Moves III-. La cuota del mercado alcanza el 16%, un porcentaje considerable favorecido por las matriculaciones de flotas y empresas, que sí tienen beneficios fiscales. Según las informaciones facilitadas por ACEA, entre el 1 de enero y el 31 de agosto de este año, se han registrado un total de 193.218 coches eléctricos nuevos, lo que representa un incremento del 40% respecto al mismo período del año anterior.
Combustibles sintéticos neutros, la salvación de los coches de combustión interna nuevos
En Europa los coches de combustión interna nuevos están condenados a desaparecer a partir de 2035, a no ser que funcionen con combustibles sintéticos neutros de emisiones. Hablamos de un carburante que no es natural, es decir, que no se extrae del pozo de petróleo, sino que se obtiene a partir de un proceso de transformación química, que se hace de forma industrial con dos materias primas: agua y CO2. Al transformar el dióxido de carbono en combustible, aunque después se vuelva a emitir a la atmósfera, el resultado será un balance cero, porque no se expulsará más CO2 del que ya había anteriormente.
La Vanguardia